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Baterías de alquiler

De Alberto Conesa
Practice Leader, Risk Solutions – Europe

¿Por qué no estamos hablando de cómo gestionar los riesgos relacionados con el alquiler de vehículos de movilidad eléctrica y con la devolución de sus baterías de litio?

Las baterías de iones de litio (Li-Ion) presentan un riesgo de incendio bien conocido en la mayoría de los ámbitos de la vida moderna. Existen riesgos desde los teléfonos móviles más pequeños hasta las baterías de almacenamiento de energía más grandes. Todas las baterías de Li-Ion representan un serio riesgo de seguridad para las personas y la propiedad, si no se almacenan, mantienen y reciclan correctamente.

Dentro del amplio rango de usos de estas baterías, los incendios que involucran a las bicicletas y patinetes eléctricos son los que más rápido están creciendo en los últimos tiempos.

En 2023, se prohibió temporalmente el acceso de patinetes eléctricos al transporte público en varias ciudades de España, como consecuencia de los accidentes en los metros de Madrid y Barcelona, donde hubo varios heridos y se produjeron importantes daños en los vagones.

Aunque cada vez se reconocen más los peligros asociados a las baterías de iones de litio, hay un aspecto clave que falta en la conversación.

¿Cómo gestionamos el riesgo de devolución de las baterías al final de su vida útil?

Los incendios de baterías de iones de litio se producen cuando éstas entran en un proceso de sobrecalentamiento irreversible conocido como “thermal runaway” o embalamiento térmico, provocado en la mayoría de los casos por daños en las beterías por impacto, sobrecarga o sobrecalentamiento.

Pero en el caso de las baterías que no tienen "un propietario cuidadoso" o que pueden no utilizarse o cargarse de forma segura, ¿cómo pueden abordar el riesgo de thermal runaway e incendio las personas e instalaciones que manipulan esas unidades en las plantas de reciclaje?

Existen numerosos artículos, seminarios web y guías sobre la manipulación y carga de bicicletas y patinetes eléctricos. Incluso se abordan los peligros para la salud derivados de los gases tóxicos y los productos químicos que pueden liberar las baterías de iones de litio.

Sin embargo, se tiene muy poco en cuentan la cuestión de las "devoluciones", un tema que se debería abordar por su riesgo.

Está claro que algunos de los principales incendios han comenzado por un dispositivo o equipo usado que ha sido devuelto a una tienda, a un taller de reparación y renovación, o a un fabricante que acepta RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) al final de su vida útil para su reutilización o reciclaje.

De hecho, se sabe desde hace tiempo que las baterías de iones de litio usadas (y maltratadas) corren mucho más riesgo de thermal runaway que las baterías nuevas y sin usar. El mero hecho de utilizar un dispositivo con baterías de iones de litio expone a las baterías a sacudidas significativas, golpes y la posibilidad de estar conectadas a cargadores de mala calidad o defectuosos, lo que puede desencadenar fallos internos que provoquen el thermal runaway.

Las empresas que acepten devoluciones tendrán que mitigar el riesgo en varias etapas. La primera de ellas puede incluir la educación de sus clientes sobre los riesgos y así promover un uso responsable. También recomendaríamos una serie de normas de manipulación y procesos dentro de los locales comerciales para garantizar la seguridad.

En febrero de 2024, el gobierno del Reino Unido publicó una guía útil dirigida a los establecimientos comerciales que manejan patinetes y bicicletas eléctricos.

Las recomendaciones incluyen:

  • Ubicar las instalaciones de almacenamiento y carga de forma que un incendio no pueda obstruir los medios de escape del edificio.
  • Garantizar una entrada a nivel del suelo, para que los bomberos puedan acceder directamente desde el aparcamiento de los vehículos de bomberos, y proporcionar información y señalización de las instalaciones.
  • La carga y el almacenamiento en un sótano pueden requerir la actualización de los sistemas de control de humos.
  • Instalar un conducto de ventilación de apertura automática conectado al detector de incendios, así como un sistema de extinción de incendios por agua, si aún no existe.
  • Garantizar un medio externo para aislar la energía eléctrica de la sala de almacenamiento/carga y señalizarlo claramente.
  • Considerar las implicaciones de posibles incendios de alta temperatura en la estructura del edificio.
  • Considerar cómo se gestionará el agua de escorrentía y el agua contaminada, ya que la lucha contra los incendios de iones de litio suele implicar cantidades considerables de agua.
  • Consideración de otras cuestiones, como la ubicación de las tuberías de entrada de gas.

Fuente: E-cycle and e-scooter batteries: managing fire risk for premises - GOV.UK (www.gov.uk)

A pesar de que se han publicado recientemente amplias recomendaciones, resulta evidente que hay escasa repercusión sobre la complejidad de las "devoluciones" de Li-Ion.

¿Deberíamos promover un mayor desarrollo de la tecnología de monitoreo de baterías, que registra el tratamiento de las baterías y la salida de datos en tiempo real? ¿Debería someterse cada devolución a comprobaciones más rigurosas del estado de la batería? ¿Deberían las baterías ser a prueba de manipulaciones en bicicletas eléctricas de alquiler, patinetes eléctricos e incluso scooters de movilidad eléctrica, incluida la imposibilidad de cargarlas con un cargador defectuoso?

Las "devoluciones" de baterías son un riesgo real y relevante para todas las empresas que manejan baterías de litio, incluidas las empresas de alquiler, las tiendas minoristas, los talleres de reparación y los fabricantes de equipos originales.